sábado, 26 de mayo de 2012



Nunca fuimos tan diferentes. Desmigajando seres, saboreando sus restos hasta sentir que interiorizaba parte de ellos… así nutría la esperanza de ser único aún a costa de carnaza ajena. Vapor de calumnias insensatas que aún hoy desde su cuerpo acierto a exhalar una vez al día (siempre con las agujas clavadas en la misma coordenada atemporal que en mí habita).

Nunca fuimos tan iguales: asfixia bajo el calor inhumano de quien sufre su propia combustión espontánea. Tal vez te consumas para resurgir o quizá la ignorancia precaria de tu córnea vacía de criterio te haya  consumido ya mucho antes.

Simplemente no lo sé…

P.D: si de aquí a que se derrita la transparencia de la última piedra de hielo que miro con fijación no lo he adivinado, dejaré de buscar la respuesta. 

Buenas noches.


1 comentario:

  1. hola prima soy alba mari me ha enseñado tu blog y esta guapo bueno visita el mio y mira a ver si t gusta

    ResponderEliminar