lunes, 26 de julio de 2010

Yo y las guitarras, las guitarras y yo...

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Bueno antes que nada, un atípico y cálido saludo a todo caminante que decida hacer una parada por aquí un dia como hoy, uno de tantos lunes que te empujan a la realidad en lo que tú te piensas si dar el salto o no.

Siguiendo con la espiral de sin sentidos que mi blog supone puesto que ni yo sé por dónde voy a salir cada día (impoluto reflejo de mi persona habitual), hoy quiero comentar una absurdez de esas que desde hace años me hacen mella. La cosa va de música -¡mi motor fundamental para seguir en pie junto con el chocolate y ese tipo de personas de las que uno ha olvidado como prescindir!-. Resulta que vengo de una cafetería cualquiera, una de esas en las que de vez en cuando una persona cualquiera entra, se pide lo primero que le viene a la cabeza y se dedica a observar con un pie en el café y otro en el limbo todo lo que por allí ocurre. No obstante, ni me apasiona el café ni eso de observar se me dio nunca demasiado bien, mientras que percibir de manera avispada múltiples sonidos siempre fue más que una afición una necesidad natural. Gracias a este "hobbie" por llamarlo de alguna manera, fue como de repente me cautivó el eco de una melodía a guitarra que me resultaba familiar, y al darme la vuelta allí estaban (en un pantallón plano) los "Coldplay" con su ya casi añejo "God put a smile upon your face" y yo... atragantada (o añurgada como dicen las abuelas de por aquí)tirándome de la trenza con una mano y con mi nestea cargado de hielo en la otra.

¿Por qué? pues por culpa del sonido de la guitarra, aun más si se trata de la española de toda la vida, esa que nos llevamos de asadero hoy y de romería mañana, con la que algunos lograron sus mejores conquistas y otros dieron el peor dolor de cabeza. Sea como sea no sé que tienen pero cada vez que escucho un tema que empieza a golpe de guitarra limpia me estremezco y noto como automáticamente mi postura facial cambia involuntariamente.

No todos conectamos con las mismas melodías ni con los mismos instrumentos, pero si alguien está dispuesto a explicarme el motivo de este fenómeno que siempre me ha acompañado y maravillado a la vez, desde aquí le doy las gracias y le mando un abrazo. Aunque al final, si la maravillosa ciencia acudiera a mí con la respuesta igual se perdería la gracia de todo esto, que para mí no es otra que levantarme cada día pensando que la única magia real y posible la ha creado el ser humano y desde luego nunca me cupo duda de que lleva por nombre "Música".

P.D: fue tal la impresión y la necesidad de girarme buscando el sonido que no pude evitar derramar patosamente parte del nestea, en cualquier caso si deciden escuchar la canción del día y son algo patosos no lo hagan con un vaso en la mano.



¡Otra de las culpables por si alguien se queda con ganas! (cuando entran batería y voz ya me quiero morir).

1 comentario:

  1. 'En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad'.

    [Arthur Schopenhauer]

    Küsse!!

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